domingo, 29 de abril de 2012

Un ciudadano ejemplar


UN CIUDADANO EJEMPLAR
Año de producción:2009. Distribuida por: Warner Bros. Pictures International Spain. Género:Acción. Clasificación: No recomendada menores de 16 años. Estreno:7 de mayo de 2010. Dirigida por: F. Gary Gray Guión: Kurt Wimmer. Música :Brian Tyler. Fotografía: Jonathan SelaIntérprerada por:Bruce McGill (Jonas Cantrell), Colm Meaney (Detective Dunnigan),Jamie Foxx (Nick Rice), Gerard Butler (Clyde Shelton), Annie Corley (Judge Laura Burch), Viola Davis (Alcalde), Leslie Bibb (Sarah Lowell), Gregory Itzin (Warden Iger), Richard Portnow (Bill Reynolds), Regina Hall (Kelly Rice), Michael Kelly(Bray), Michael Irby (Detective Garza), Brooke Stacy Mills (Esposa de Clyde),Emerald-Angel Young (Denise Rice), Christian Stolte (Clarence Darby)El segundo se enfunda el disfraz de un ciudadano infalible al servicio del mal copiado descaradamente del Joker de "El caballero oscuro" pero sin la coartada de la abstracción de un cómic. Aquí todo va en serio y la sangre brota a chorros generosamente, para que no haya dudas. Como película de acción y/o thriller es un cero a la izquierda, si añadimos el agravante del republicanismo radical que mana de sus imágenes moralmente dantescas simple y llanamente no tenemos asa a la que agarrarnos.En tiempos de frustración institucional como los que cargamos a cuestas hoy y mañana, crecen como setas los antihéroes, los vengadores rencorosos encarados con la vida en medio de una desesperante frustración ante la muy desigual proporción entre aumento de la criminalidad e impotencia estatal al respecto. En esa tesitura llueven películas antisistema, ficciones que desahogan nuestras particulares gangrenas sociales dándonos coba para vomitar el malestar y el hartazgo con el calamitoso estado de la cuestión. "Un ciudadano ejemplar" está en la misma línea pseudofascista de "La extraña que hay en ti" o "Venganza", por citar ejemplos recientes de apologías conscientes o inconscientes del ojo por ojo.Es la vuelta a los modelos "Yo soy la justicia" ´charlesbronsonianos´; el estado está dormido, la justicia despistada: coge el toro por los cuernos si no quieres que hagan añicos. Ideológicamente cuestionable del primer al último minuto; película, seguro, tótem, de los pirados de la Asociación del Rifle y los fanáticos de la quinta enmienda, la de F. Gary Gray es un juguete peligroso con filos contundentes que en las manos equivocadas puede resultar explosivo. Esa turbia ambigüedad filosófica, ese rollo antiestatal tan atrevido, sin embargo, es carne de sociólogos o psicoanalistas; hablemos de la película sin buscarle tres pies al gato. Es decir, imaginemos que "Un ciudadano ejemplar" no diese tanta grima ideológica; daría igual.Inverosímil del primer al último minuto, delirante a ratos y tan desmesuradamente perversa que roza más de una vez lo grotesco, la película exige comulgar con ruedas de molino, no hacer preguntas ni querer respuestas. Todo está tan cogido con alfileres, el suspense es tan artificioso, tan retorcido y surrealista que sabemos por donde buscar un rayo de luz en el desmadre. Ni empatizamos con el abogado bueno, ni padecemos el vacío de justicia que padece el terrorista improvisado; que mata en aras de causas nobles y principios morales más altos que la propia vida (si nos ponemos tontos podemos hasta encontrar razones en la enrevesadísima trama para justificar las bombas de los talibanes de turno); un poco por las incontables incongruencias del guión y otro poco por la imposible inmersión de Jamie Foxx y Gerard Buttler en sus respectivos papelones, defendiendo a tortas lo indefendible.

Juego de sombras


SHERLOCK HOLMES
JUEGO DE SOMBRAS


Para mí, que venía del tráfago familiar, de bolsas de regalos y miradas de soslayo a la cuenta bancaria, fue un verdadero entretenimiento. "Sherlock Holmes 2" ofrece exactamente lo que muchas veces el espectador necesita: cero dramas, acción vibrante, giros de guión y actores entonados. Desde estas premisas el film funciona magníficamente. Hay esas anticipaciones que hacen grande al Sherlock del cómic, peleas, bombas, diálogos cómplices entre el Watson de Jude Law y el Sherlock maníaco de Downey. Y en esencia, aunque hablamos de un calco de las estrategias de la primera parte, estas funcionan. En mi opinión, la clave que permitió mantener la atención en esta segunda parte es la calidad del antagonista, un Moriarty brillantemente interpretado por Jared Harris. 

Ahora bien, del lado de crítica más exigente podemos poner varios 'peros'. El primero viene impuesto por el ritmo que Ritchie quiere darle al film. El director no quiere remansos o los planea mal haciendo que la película se hunda en algunos momentos y, lo que es más grave, ni el humor ni el drama lleguen a calar, más que superficialmente. He aquí posiblemente su mayor defecto: una superficialidad que nos impide ver más allá de actores y efectos. 

Este defecto conecta con el segundo: el film es astuto, pero no inteligente. Es decir, hay muchos trucos, guiños, giros, pero no sutil inteligencia. El Sherlock de Ritchie es un boxeador con enorme retentiva visual, poderes de anticipación, pero no un detective especialmente brillante. Tampoco Moriarty parece mucho más que un académico narcisistas y chalado. 

Yo añadiría de mi cosecha un tercer defecto: el retrato de los caracteres femeninos. Ni el exotismo de la chica medio-gitana, ni la efímera aparición de McAdams, ni el rol de la mujer de Watson, tienen consistencia. Esto hace que el juego de romances que se plantea en la mitad del film sea teatral y falso. 
Sin embargo, como decía anteriormente, es en la conjunción Downey Jr-Jude Law donde hemos de poner las miras. El humor no funciona tan bien como en la primera parte. Y aún, la química funciona. Solo por su poder actoral, la magnífica presencia visual del film y sus efectos, podemos decir que Sherlock Holmes 2 es la película navideña que muchos de nosotros necesitamos.